10 de marzo al 15 de mayo 2022

EXPOSICIÓN A DESTIEMPO  DE RAFAEL NAVARRO

Fundación María Forcada, dentro de sus actividades de promoción y divulgación del arte contemporáneo, propone la exposición de fotografía  A DESTIEMPO,  del prestigioso fotógrafo y artista RAFAEL NAVARRO.

Rafael Navarro (Zaragoza, 8 de octubre de 1940) es un fotógrafo español.

Su obra ha sido expuesta en galerías y museos de Europa, América y Asia en multitud de ocasiones y forma parte de colecciones de instituciones públicas y privadas de todo el mundo. Referencias bibliográficas y publicaciones documentan su obra y su recorrido emocional desde 1975 hasta la actualidad. Ha participado en congresos, ferias de arte contemporáneo e impartido talleres en numerosos países.

En reconocimiento a su contribución al Arte Contemporáneo, la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis le ha distinguido con su incorporación como Académico de Número.

En octubre de 2013 recibió del Gobierno de Aragón el Premio Aragón Goya, siendo la primera vez que este galardón se otorgó a un fotógrafo.

Estos hechos y una obra coherente marcan una trayectoria de más de medio siglo.

A DESTIEMPO

A destiempo es el nombre elegido por Rafael Navarro para esta exposición. Una obra a la que llamar proyecto, en cuanto a construcción preconcebida, privaría del lirismo y la genialidad del hallazgo. Porque lo que deslumbra de A destiempo es la sensación de estar ante el encuentro sin búsqueda, la liviandad del descubrimiento fortuito de una imagen ya predestinada al autor.

La emoción por encima de la narrativa es el discurso intuido y hasta gritado en sus imágenes. Una lentitud leve y poética en que la mirada de Rafael Navarro se detiene, casi obsesiva, a cada encuentro. Afirma el autor que el artista sincero cuenta siempre lo mismo. Esa es la fortuna de Rafael Navarro, una honestidad que relata, una y otra vez, la belleza.

Confiesa que siempre ha vivido a destiempo. Y delante de esta obra el espectador siente el destiempo del autor y el suyo propio. Cada uno de los momentos capturados  se contemplan intuyendo la pérdida del antes y el después. Porque estas imágenes no son jaulas, son visiones del tiempo que fluye; imágenes que atrapan, subyugan y nos fijan a la melancolía en la que deriva ese sentimiento de fuga.

Decía Rilke en sus Elegías de Duino: «¿Quién, pues, nos dio la vuelta de tal modo que hagamos lo que hagamos siempre tenemos la actitud del que se marcha? Como quien sobre la última colina que una vez más le muestra todo el valle se gira y se detiene, se demora, así vivimos nosotros, siempre en despedida.»

A destiempo es la primera obra en la que Rafael Navarro utiliza el color, y en la búsqueda de la perfección entra en el universo de la fotografía digital. Es el color el que roba la fijeza en el tiempo al blanco y negro; la realidad es tránsito. Y el color aparece como instrumento insustituible para revelar la transformación sin otro agente que la luz.

Así hemos de aproximarnos a esta obra, con la sinceridad y la espontaneidad de nuestro encuentro con el mundo, siendo artífices de nuestros propios hallazgos.

Recuerda tanto a Rafael Navarro el poema del cubano Dolan Mor: «Logró dos cosas: pasar imperceptible delante de los hombres, como dijo Epicuro, y escribir con la espalda inclinada en la hoja, sin cederle la mano al influjo variable del tiempo y de las modas.»

Biografía de Rafael Navarro

Se interesa por la fotografía a finales de la década de los sesenta y tras varios años de actividad y para profundizar en su comprensión del medio y, sobre todo, para desarrollar un lenguaje que sintiese suyo, Rafael inicia un camino de experimentación.

A lo largo de su carrera genera un discurso que le es propio, y también un estilo perfectamente reconocible; trabaja sin plan, dejando surgir lo que tenga que aparecer, siempre abierto a percibir. Solo sus sentimientos mandan hasta que llega el momento en que poder volcar lo que las experiencias vividas le han ido aportando.

Así consigue reflejar su mundo interior y la fascinación que siente por el cuerpo humano, la naturaleza, las texturas o las formas. Él logra transmitir su pasión de manera sutil, en la que unas líneas o unas sombras pueden provocar sensaciones inexplicables y duraderas.

Para Rafael, la fotografía ha sido un recurso extraordinario porque le ha permitido hacer lecturas internas, descubrir cosas de sí mismo y decir lo que de otra manera no hubiese dicho. Él ha convertido su fotografía en un puente para comunicarse con los demás, al menos con los que estén dispuestos a aventurarse en su obra. Como dice él:

Para mí la fotografía es un medio.

Un medio que me permite hablar allá donde no encuentro las palabras.

Un medio con el que busco en mi subconsciente, aflorando contenidos, sentimientos escondidos.

Un medio que me permite crear objetos que contengan valores sutiles inteligibles para otros.

Un medio que me deja respirar mi libertad.

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