«Rafael Moneo, Príncipe de Asturias de las Artes»
Coincidiendo con el 75 cumpleaños de Rafael Moneo, y sobre todo y principalmente con la concesión y entrega en octubre de 2012 del Premio Príncipe de Asturias de las Artes, el Ayuntamiento de Tudela y la Fundación María Forcada organizaron en la Casa del Almirante una serie de actividades culturales sobre la figura del arquitecto tudelano.
Además del reconocimiento de Tudela a la labor de Moneo se trata “de divulgar su obra en su propia ciudad, de dar a conocer la actividad de la Fundación y consiguientemente de Tudela”.
La dos exposiciones tienen el objetivo de “acercar la obra de Rafael Moneo a los tudelanos” son «Una mirada a la obra de Rafael Moneo», del fotógrafo Carlos Cánovas “uno de los mejores fotógrafos españoles en la actualidad “ y «Rafael Moneo, Príncipe de Asturias de las Artes», un montaje nuevo sobre su obra “que se ha preparado y cuidado con mucho cariño desde el propio estudio del arquitecto teniendo en cuenta las características del edificio de la Fundación ”.
La primera de ellas es una exposición fotográfica producida por la Fundación María Forcada consistente en la realización de una veintena de fotografías en otros tantos emplazamientos correspondientes a obras realizadas por Rafael Moneo en Madrid, Navarra, País Vasco, Aragón, La Rioja, etc. Recogió la mirada personal y artística sobre la obra de Rafael Moneo. Obras de pequeño formato (enmarcadas 50 x 50), preciosista y detallista, en blanco y negro. El formato de las fotografías es una decisión personal del artista que lo ve en formato pequeño, cercano a la delicadeza y a la sutileza de detalles, un formato que «obligue» al espectador a acercarse, casi a «tocar la imagen con los ojos». Es una contraposición a las obras de Moneo, de suyo grandes y espectaculares. Por el contrario, el autor apuesta por una lectura personal, íntima, delicada, poética, casi frágil… Hacer una obra de gran formato, sería más espectacular, pero nos acercaría a la típica -y más bien manida- fotografía arquitectónica, y hacerlas de un tamaño intermedio significaría quedarse en un terreno de nadie, a medias de todo.